Job 23
23:2 Hoy también hablaré con amargura;
porque es más grave mi llaga que mi gemido.
23:3 ¡Quién me diera el saber dónde hallar a Dios!
Yo iría hasta su silla.
23:4 Expondría mi causa delante de él,
y llenaría mi boca de argumentos.
23:5 Yo sabría lo que él me respondiese,
y entendería lo que me dijera.
23:6 ¿Contendería conmigo con grandeza de fuerza?
No; antes él me atendería.
23:7 Allí el justo razonaría con él;
y yo escaparía para siempre de mi juez.
23:8 He aquí yo iré al oriente, y no lo hallaré;
y al occidente, y no lo percibiré;
23:9 Si muestra su poder al norte, yo no lo veré;
al sur se esconderá, y no lo veré.
23:10 Mas él conoce mi camino;
me probará, y saldré como oro.
23:11 Mis pies han seguido sus pisadas;
guardé su camino, y no me aparté.
23:12 Del mandamiento de sus labios nunca me separé;
guardé las palabras de su boca más que mi comida.
23:13 Pero si él determina una cosa, ¿quién lo hará cambiar?
Su alma deseó, e hizo.
23:14 El, pues, acabará lo que ha determinado de mí;
y muchas cosas como estas hay en él.
23:15 Por lo cual yo me espanto en su presencia;
cuando lo considero, tiemblo a causa de él.
23:16 Dios ha enervado mi corazón,
y me ha turbado el Omnipotente.
23:17 ¿Por qué no fui yo cortado delante de las tinieblas,
ni fue cubierto con oscuridad mi rostro?
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